Acá te contamos sobre las virtudes de este activo revolucionario que llegó para quedarse.
El ácido mandélico es un exfoliante que pertenece a la familia de los alfahidroxiácidos.
Su hallazgo se dio a partir de las almendras amargas, de allí proviene su nombre.
Mandel significa almendras en alemán.
El mandélico se caracteriza por tener una alta tolerancia en todos los tipos de piel, incluidas las pieles sensibles.
La función principal del ácido mandélico es la de exfoliar, pero de forma más suave en comparación con otros ácidos.
Además, es un ingrediente muy utilizado en tratamientos antiedad, gracias a su poder despigmentante.
Por eso, en Amodil, desarrollamos
EquilibrAGE con ácido mandélico,
una crema blanquedora para rostro que te hará lucir una piel renovada.
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